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Artículo 82

La Homeopatía y el Paradigma emergente

David Bohm fue uno de los principales físicos cuánticos, así como uno de los más influyentes teóricos del paradigma emergente. Bohm reunió una visión radical de la física, una profunda comprensión espiritual y una intensa humanidad. Como un hombre profundamente contemplativo, Bohm llegó intuitivamente a verdades universales y las presentó como modelos imaginativos, usando el lenguaje de la física y el de la filosofía. Sostenía su teoría del orden implícito que es una especie de totalidad en donde la vida y la mente estarían envueltas en todas las cosas. Traigo este autor porque me parece importante en la implicancia del quehacer de la medicina homeopática ya que pone ciertas pautas que la involucran del lado de la ciencia.

Su física y cosmología lo abarcan todo y estaban tan adelantadas a su época que pocas personas pudieron apreciarlas: Los físicos convencionales consideraban que su visión era demasiado mística y pocos místicos podían seguir su sutil razonamiento científico. Krishnamurti fue una notable excepción.

Bohm redefinió la física; para él no se trataba meramente de predicción y control, ni de ecuaciones matemáticas. Aunque centrales para lo que emprendió, no constituyen su esencia. “La física –decía- trata de la naturaleza y de nuestra comprensión de la naturaleza.”

Para explicar el mundo sub-atómico de la teoría cuántica, Bohm sugirió un modelo en que el universo es un vasto movimiento holográfico para el cual nuestro universo conocido y aparentemente estable, resulta ser una especie de ilusión, similar a una imagen holográfica.

Habló de tres elementos inseparables: Uno es la noción de un proceso cuántico que es en algún sentido, indivisible; que es un todo. Puede ser quebrado, pero entonces se convierte en un proceso enteramente distinto, o sea que cada proceso es un todo, de otro modo no puede ser lo que es. Todos los procesos cuánticos del movimiento están ligados, diríamos entonces, en un todo.

Un segundo punto es la dualidad de la partícula: el descubrimiento de que los electrones que clásicamente son partículas, pueden comportarse estadísticamente como "ondas" al someterse a un experimento preciso y que la luz, que es tradicionalmente una onda, puede comportarse como una partícula. Así que parece que tenemos dos aspectos, que dependen de cómo se trate el sistema. Son dependientes del contexto, lo que es muy distinto de la idea clásica de que ser una onda o una partícula es algo intrínseco.

El tercer punto es lo que se llama no localidad. Hay aparentemente una conexión inmediata de partículas distantes. Es difícil de explicar. No podemos verlo en señales, pero así y todo parece estar allí. Se vincula al experimento de Einstein-Podolsky-Rossen y ha sido probado por el experimento de los aspectos del teorema de Bell. Está bastante bien fundado, tanto teórica como experimentalmente. Todo esto se combina en la noción de que el universo es una especie de todo indivisible, en lugar de analizarse en sus elementos componentes que interactúan como si existieran por separado.

El físico cuántico y filósofo David Bohm fue profundamente afectado por su estrecha relación con Einstein y Krishnamurti.

La teoría de Bohm, de la totalidad y el orden implícito, sostiene que hay algo como "vida" y "mente" envuelto en todas las cosas.

“Creo que la dificultad está en la fragmentación -dice Bohm-, nuestro pensamiento está roto en pedazos, esto nació en este país, esta industria, esta profesión... Es muy difícil romper eso, pero eso se debe a que el pensamiento se ha desarrollado tradicionalmente pretendiendo no afectar nada, sólo describiendo las cosas. Por eso la gente no puede ver que está creando un problema cuando aparentemente intenta resolverlo. Por ejemplo, tomemos el problema de la contaminación: la ecología es en sí un problema. Si no funciona muy bien por sí misma es culpa nuestra, es un problema porque estamos pensando en cierto modo, destrozando todo y cada persona ignora a las demás. Por lo tanto el problema ecológico se debe al pensamiento pero el pensamiento cree que es un problema externo y que hay que resolverlo. Pero eso no tiene sentido porque al mismo tiempo el pensamiento hace todas las actividades que crean el problema y luego hace otras actividades para tratar de repararlo. Vemos que no se deja de hacer las cosas que causan el problema ecológico o el problema nacional o el problema que fuere.”

“La tierra es realmente un hogar, pero no la tratamos como si fuera eso. Podríamos decir que la tierra y las cosas de que depende forman un hogar: El ordenamiento implicado nos ayudaría a ver que todo envuelve a todo y no sólo cada uno depende del otro sino que cada uno es el otro, en un sentido más profundo. Somos la tierra, toda nuestra substancia viene de la tierra y vuelve a ella. Es un error decir que un medio ambiente nos rodea, es como si el cerebro considerase al estómago como parte de su medio ambiente.”

“Vemos la realidad según nuestro pensamiento y por eso el pensamiento constantemente da forma y figuración a nosotros mismos y a toda la realidad. Pero el pensamiento no lo sabe. El pensamiento es pensar, no es hacer algo y aquí está la dificultad; debemos entender que el pensamiento es parte de la realidad.”

Este texto lo extraje de una entrevista realizada a D. Bhom en Copenhague en 1989 y me parece importante por su relación con la medicina homeopática y la filosofía homeopática.

En el todo hay un concepto que Bhom describe bien que es la información. Esta palabra se compone de in y forma. Es como poner una forma adentro de otra, es una información que se trasmite pero que además necesita receptores sensibles y esto explicaría la implicancia de la transmisión de la información del remedio homeopático, ya que son sustancias que para la ciencia no pueden ser catalogadas como tal, ya que secuencialmente se encuentran por encima del número de avogadro, pero por su preparación generan un cierto orden especifico dado en ondas, para receptores sensibles de esa frecuencia.

Quiero destacar que estos receptores a los que hice referencia los posee nuestra raza, la humana, y dado nuestro lugar evolutivo también la compartimos con nuestros hermanos los animales y nuestras primas las plantas. Los tres elementos que describe Bhom tienen posiblemente la siguiente secuencia en el ser humano:

el sentido de indivisible

el sentido de dualidad

el sentido de la no localidad

En estos tres sentidos están directamente implicados los siguientes criterios: el de unicidad, similitud y totalidad a los que suscribimos en la homeopatía

Los que practicamos la medicina homeopática tenemos tres elementos que son comunes a nuestro quehacer. El primero es el criterio de unicidad, el segundo el de similitud, el tercero el de totalidad. En este encuadre compartimos la práctica cotidiana los colegas, más allá de las diferencias doctrinarias.

Es muy factible que, en los tiempos que corren, los médicos nos debamos preguntar si estamos insertos en este orden, y qué jerarquía adquiere nuestro accionar terapéutico en las respuestas positivas de nuestros pacientes al tratamiento; y qué ocurre ante las respuestas negativas y cómo se produce nuestra inserción. Bhom dice que el pensamiento es parte de la realidad, pero la pregunta que surge es: ¿Hay más de una realidad?

Es muy factible que haya más de una realidad en este orden implicado, y que sea unas secuencia de subrealidades como la secuencia infinitesimal de la sustancia homeopática. La próxima pregunta que se me presenta sería, entonces, ¿qué lugar tiene el pensamiento dentro de la sustancia elegida para nuestro paciente? Y aún otra, ¿será parte de ese orden implicado?

Dr. Sergio Rozenholc

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